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Leer previamente: Deporte Superviviente – Parte I.
https://www.anv.mx/blog/art-deporte-superviviente---parte-i
Escrito, por: Ana María Aquino - coordinadora corporativa de la escuela de Gimnasia NVFF
Corrección de estilo: Clara Espinosa Restrepo
La actividad deportiva y el deporte han sido fundamentales para unificar a la sociedad, como ya lo hemos visto, la historia de nuestro país es muy compleja, con muy pequeños periodos de paz.
Desde la Independencia y hasta nuestros días hemos tenido que librar con diversas batallas bélicas, si bien, el deporte no ha podido ganarles la batalla a los conflictos sociales, sí ha sido un unificador entre las diversas sociedades y grupos étnicos, además de un importante un hilo conductor de paz, donde, además, como si se tratara de un espejo, podemos ver los diversos conflictos que arrastramos históricamente como lo son el racismo y la xenofobia.
Hoy en día, el deporte cobra gran relevancia, no sólo por la cuestión de la salud y el espectáculo, sino que, también, se ha convertido en una poderosísima “arma” diplomática, entendiéndose como una «estrategia para proyectar una imagen positiva de un Estado y forjar las relaciones internacionales».
Y es que, en un mundo donde las principales potencias mundiales acaparan los recursos militares, tecnológicos y económicos, los países con economías en vías de desarrollo, encuentran en la diplomacia cultural y deportiva un medio para potenciar sus recursos, demostrar la cultura y tener figuras ejemplares que visibilizan el potencial y los valores de los países, y esto funciona tanto a nivel política exterior e interior.
El gran parteaguas en la historia de nuestro país es, sin duda, los Juegos Olímpicos del ´68. Este fenómeno ha resultado muy atractivo de analizar debido a su impacto social, existe un antes y un después que se refleja en la literatura, el cine, la tecnología y la economía del país.
No es de extrañarse ya que el impacto y los resultados dejan un sabor agridulce y una herida de la que aún no podemos recuperarnos. Por un lado, el país intentaba abrirse y mostrarse al mundo como un ejemplo de desarrollo y estabilidad económica: «El milagro económico de los años 60 debía ser reconocido en todo el mundo y una de esas medidas era la realización de los Juegos Olímpicos».
Los Juegos Olímpicos representaban la llegada a la modernidad, el debut de México en el primer mundo y el desarrollo y aprovechamiento de una mega infraestructura deportiva y social. Por otro lado, resultó ser percibido como un país nacionalista y represor. El 2 de octubre de 1968 tuvo lugar la masacre a los estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.
Los estudiantes fueron convocados con la intención de protestar, por la falta de la autonomía y la apertura democrática del país. Más de dos mil jóvenes fueron detenidos y se desconoce la cantidad de muertos, pero se estima que entre 300 y 500 personas hayan perdido la vida.
El 12 de octubre, se inauguraron las Olimpiadas en un ambiente de festividad, sin embargo, la lucha de los deportistas también se hizo ver el famoso gestos en contra de la discriminación y el racismo, Tommie Smith y John Carlos corredores 200 metros, luego de subir al pódium y romper récords de velocidad, levantaron el puño con un guante negro como forma de protesta por la segregación racial que existía en Estados Unidos.
También la presencia de la mujer se convirtió en un elemento protagonista de la justa olímpica cuando Enriqueta Basilio encendió el fuego olímpico, convirtiéndose en la primera mujer en hacerlo y siendo vista por todo el mundo en los primeros juegos olímpicos transmitidos por vía satelital.
Si bien, las competencias se llevaron con normalidad y se rompieron diversos récords, también la prensa internacional, desde entonces, no dejó de poner ojo en los acontecimientos y mensajes políticos, por lo que diferentes organismos internacionales pusieron énfasis en los derechos humanos y la protección a las minorías, desde entonces y hasta ahora (Tokio 2020).
